Esta es la situación típica
Etapa 1.
Comienzas a ver una secuencia numérica.
Puede ser cualquier número, pero para mucha gente alrededor del mundo normalmente es 11:11.
¿Por qué? Obviamente porque es fácil de recordar y además llama la atención.
Si la observas una vez te darás cuenta, y si la ves cinco veces en dos semanas, lo más probable es que ya estés conciente de la situación.
En otra parte ya hemos explicado que los seres intermedios estuvieron reducidos a 1.111 por dos mil años, y que cuando los humanos inventaron los relojes digitales, ellos vieron la oportunidad de utilizar 11:11 como una tarjeta de presentación.
Así que, en esta primera etapa, los números son simplemente avisos, o llamados de atención.
No tienen significado alguno, excepto “Hola mira esto.”
Etapa 2.
Ahora ya estás dedicado a averiguar de dónde vienen las señales y porque las estás viendo.
En esta etapa las señales generalmente cambian, solamente para demostrar que pueden hacerlo.
Parte de este cambio es demostrar que no eres tú quien está, conciente o inconcientemente, causando esto.
Algunas personas pasan años en esta etapa.
Es fácil convencerte a ti mismo de que estas notando algo que simplemente va a ocurrir con cierta frecuencia temporal.
Pero la gente mas lista cambia los relojes, y evita mirar los números, alteran las probabilidades hasta que ellos se aseguran de que no puede ser el azar.
Eventualmente tú, al igual que nosotros, aceptas que no es azar, es causado por alguien, y ese alguien no eres tú.
Etapa 3.
Si en tus investigaciones te cruzas con algo como la lista de Doreen Virtue, los ángeles no son tontos.
Ellos pueden utilizar esa lista para comunicarse.
Realmente esto no prueba demasiado excepto que ellos son inteligentes.
Lo mismo ocurre con los libros de sueños.
Compra uno, cualquiera, y tus ángeles lo utilizarán.
